El INCIBE o Insituto de Ciberseguridad de España tiene un teléfono, el 017, en el que atiende problemas de la ciudadanía en cuanto a seguridad. Y muchas veces comparte estas inquietudes que recibe, por si pueden ayudar a otras personas. Hace unas semanas compartía el caso de una familoia que había llamado preocupada porque su hijo, menor de edad, había usado OnlyFans y compartido contenido sexual.

En la historia compartida ahora por el INCIBE tenemos a unos padres preocupados porque su hijo llevaba tiempo comprando a través de Fortnite. Pero lo hacía porque, según él, pensaba que todo era un juego y no sabía que estuviera gastando dinero real en estos procesos.

“Mi hijo/a ha hecho compras en el #juego #Fortnite sin saber que gastaba dinero real”. Declaraciones de la madre del protagonista de esta #HistoriaReal del 017 que te contamos en @is4k. Descubre cómo abordar el tema en familia y mucho más.https://t.co/8wVZZGGsKk

— INCIBE (@INCIBE) December 9, 2022

Un juego con dinero real

El protagonista de esta historia es un menor de nombre Gonzalo le gusta jugar a Fortnite con sus amigos y amigas del colegio. Dice que, en algunas ocasiones se ha sentido mal, porque le dicen que su avatar es demasiado simple o “penoso”. Gonzalo encontró una opción para ponerle una mochila llamativa a su avatar y otra para que haga bailes y decidió añadir estas novedades. Con el tiempo, decidió que quería añadir más complementos llamativos.

Un tiempo después su madre se dio cuenta de que ha recibido unos cargos inesperados en su tarjeta bancaria, que resultan proceder de compras de skins en Fortnite. Y decidió hablar con su hijo Gonzalo. resultó que el menor pensó que todo era un juego, también las compras. No era consciente de que esos complementos se pagaban con dinero real. Ahí fue cuando su madre llamó al 017 de INCIBE en busca de asesoramiento.

Los riesgos de mezclar realidad y juego

Dice INCIBE que “la falta de consciencia sobre el valor real del dinero virtual del juego, o la influencia de los iguales y la presión social por ‘estar a la moda’, pueden llevar a realizar compras reiteradas dentro de este u otros juegos.

Esto, además del gasto de dinero, presenta otros retos para los menores y para sus familias. No solo es gastar, sino que muchos menores pueden generar ansiedad y angustia para tratar de conseguir los datos que permitan desbloquear la compra (como el de una tarjeta de crédito u otros medios de pago y eso puede llevar a niños y niñas a engañar a sus padres y madres).

Por otro lado, hay existen páginas y usuarios que realizan ofertas fraudulentas. Como con cualquier tecnología, tener conocimiento de lo que los menores realizan en el mundo virtual puede evitar males mayores. En este caso, fuera de los canales oficiales del fabricante de Fortnite se venden productos para el juego y en esos casos podría incluso llegar a instalar malware en el dispositivo y ser víctima de un robo de información.

Controles parentales

Una de las recomendaciones del INCIBE para evitar que te pase lo mismo es activar los controles parentales de Epic Games para que sea necesario autorizar las compras a través de su sistema de pagos.

También es importante siempre hablar con tus hijos. Explicarles qué es una tarjeta bancaria y cómo son métodos de pagos para gastar el dinero guardado. Además, es importante evitar el acceso de los y las menores a tarjetas bancarias y cuentas de medios de pago online. Si tú también juegas Fortnite u otro juego y tienes tu método de pago introducido, debes eliminar esos perfiles de facturación.

En general, INCIBE siempre apuesta por “el diálogo y acompañamiento familiar en el uso de las tecnologías”, más que por prohibir el uso de estas. “Así, será más sencillo detectar y ayudarles a reconocer posibles fraudes y situaciones de riesgo”. También pide revisar conjuntamente las opciones de privacidad, seguridad, control parental y compras del videojuego o la aplicación correspondiente.

También, es recomendable mantener la consola o dispositivo en zonas comunes de la casa, con el fin de que sean conscientes de que se trata de un espacio público, a la vez que facilitar la supervisión.