El viernes pasado, una actualización defectuosa del software de CrowdStrike dejó a unos 8,5 millones de equipos Windows inutilizables, mostrando solo el temido ‘pantallazo azul’, y afectando gravemente a numerosos sectores y servicios.
En los últimos días, CrowdStrike ha intentado gestionar de la mejor manera posible el daño reputacional siendo transparentes: han publicado regularmente sus esfuerzos para resolver el problema. Según el CEO de CrowdStrike, George Kurtz:
«Quiero disculparme sinceramente con todos ustedes por la caída del servicio. Todos en CrowdStrike entendemos la gravedad y el impacto de la situación».
Camarero, la próxima ronda la pago yo
Ayer por la tarde, como agradecimiento a contratistas y socios por su esfuerzo durante la crisis, CrowdStrike envió tarjetas de regalo de Uber Eats por valor de 10 dólares. En un correo electrónico firmado por el director comercial Daniel Bernard, la empresa expresó su gratitud y lamentó los inconvenientes causados:
«Para expresar nuestra gratitud, ¡tu próxima taza de café o snack nocturno corre por nuestra cuenta!».
Cuando todo sale mal
Sin embargo, la disculpa ofrecida rápidamente se convirtió en otra fuente de frustración… cuando muchos de los destinatarios de las tarjetas de regalo informaron que los códigos no funcionaban, mostrando mensajes de error al intentar canjearlos.
Las redes sociales se llenaron de comentarios de usuarios al respecto:
«Dos horas después, el código fue cancelado y los $10 eliminados de la cuenta de Uber Eats«.
Otros señalaban la poca utilidad de la oferta, mencionando que los costos de entrega y las propinas de Uber Eats harían que $10 apenas cubrieran una taza de café.
La situación ha provocado duras críticas hacia CrowdStrike, tanto por la ineficacia de la solución como por la percepción de que la empresa no está tomando en serio la gravedad del problema. Se han multiplicado, claro, los comentarios irónicos:
«Lanzan una actualización de software que no funciona y, luego, cuando esta falla bloquea sistemas en todo el mundo, lanzan una tarjeta de regalo que tampoco funciona. Al menos son consistentes».
Un portavoz de CrowdStrike explicó que Uber había marcado los códigos como fraudulentos debido a la alta tasa de uso, lo que resultó en la desactivación de las tarjetas.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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