Los mensajes de texto y llamadas fraudulentas son cada vez más comunes, lo que lleva a los usuarios a estar alerta y no confiar en el primer mensaje que reciben. Sin embargo, los estafadores son astutos y utilizan técnicas como el SMS spoofing, el spoofing telefónico y el e-mail spoofing para aparentar ser remitentes confiables.
Estas prácticas engañosas pueden hacer que los mensajes parezcan provenir de fuentes de confianza, como autoridades o empresas legítimas. La explotación de la autoridad es una táctica común en el phishing y el smishing, donde los estafadores se hacen pasar por instituciones oficiales para convencer a las personas de revelar información personal o financiera.
Explotación de la autoridad
Los estafadores aprovechan la confianza en las fuentes de autoridad para que las personas no cuestionen la autenticidad de la comunicación. Utilizan el miedo y la urgencia para manipular a las víctimas y hacer que actúen impulsivamente.
Además, recurren a estafas dobles, donde prometen ayudar a resolver el problema creado por la primera estafa, haciéndose pasar por profesionales que pueden recuperar el dinero perdido. Esta estrategia juega con las emociones de las víctimas y las lleva a caer en el engaño una vez más.
Las víctimas pueden ser contactadas por supuestos profesionales que ofrecen recuperar el dinero perdido a cambio de una tarifa, pero en realidad utilizan esta información para robar dinero de las cuentas bancarias de las víctimas.
Referencia: ABC News
Imagen: Marcos Merino mediante IA
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