Corea del Norte es un país que despierta un gran interés debido al misterio y al hermetismo que lo rodea, ya que se ha aislado completamente del mundo. Sin embargo, esto no impide que tengan un ejército de hackers que buscan robar tecnologías a sus enemigos, así como obtener fondos para financiar sus programas nucleares.
Los hackers norcoreanos son famosos por sus ataques a la seguridad de empresas dedicadas a defensa o criptografía. Para acceder a estas empresas, utilizan LinkedIn para detectar posibles trabajadores a los que puedan robar sus credenciales para obtener acceso.
Corea del Norte como enemigo cibernético
Después de operaciones importantes como el robo al banco central de Bangladesh o contra el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, los hackers norcoreanos han tenido que buscar formas alternativas para continuar con sus operaciones. Es en este punto donde la inteligencia artificial toma protagonismo, tal y como han confirmado OpenAI y Microsoft.
Según informes de Financial Times, los hackers de Corea del Norte, China, Rusia e Irán están utilizando ChatGPT para el «apoyo de actividades cibernéticas maliciosas». Corea del Sur ha sido uno de los países que ha detectado el uso de esta inteligencia artificial generativa en territorio de Corea del Norte mediante una vigilancia constante para detectar posibles abusos de esta tecnología.
Con esta inteligencia artificial, los hackers buscan imitar la capacidad humana para contactar con diferentes empleados clave a través de LinkedIn, con el fin de robar credenciales o hacer que descarguen archivos que infecten sus ordenadores. De acuerdo con las fuentes, «se ha observado que los grupos de hackers de Corea del Norte crean perfiles de reclutadores creíbles en sitios de redes profesionales como LinkedIn» para llevar a cabo sus operaciones.
De esta manera, los hackers han pasado de los clásicos correos electrónicos con botones para «pulsar aquí» y con muchas faltas de ortografía a perfiles detallados de LinkedIn y otras plataformas para contactar a empleados. Un ejemplo claro es el ataque a un ingeniero senior de un servicio de criptomonedas japonés, en el que los hackers se hicieron pasar por un reclutador falso que le pedía realizar un ejercicio técnico para una oferta de trabajo ficticia, que requería la descarga de un software para llevar a cabo la prueba.
Además, esta inteligencia artificial ha permitido a los hackers de Corea del Norte crear malware con un mayor potencial, superando los límites previamente impuestos en la IA. Este potencial ha llevado a que Corea esté implementando programas centrados en la IA en sus universidades y la creación de instituciones que buscan su implementación.
A pesar de ver el lado positivo de las IA generativas, también es importante tener en cuenta que pueden tener aplicaciones negativas que comprometen la seguridad de un país entero. En la medida en que las guerras se trasladan cada vez más del campo de batalla tradicional al mundo cibernético, como se observa en los casos más recientes.
Imágenes | Clint Patterson Reuters
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