Parece un pendrive común, pero puede ser una verdadera trampa. Cada vez son más frecuentes los dispositivos USB manipulados que logran infiltrarse en ordenadores y robar información en cuestión de segundos. Lo más alarmante es que no necesitas hacer clic en nada: solo con conectarlo es suficiente.
Hoy te explicaré cómo funcionan estos USB maliciosos, por qué son tan amenazantes y qué medidas puedes tomar para no caer en la trampa. Si alguna vez has encontrado un pendrive y te ha picado la curiosidad… esto es para ti.
Los pendrives que aparentan ser inofensivos, pero actúan como un hacker más
Cuando pensamos en un USB, normalmente imaginamos un dispositivo para almacenar archivos, hacer copias de seguridad o compartir vídeos. Sin embargo, en los últimos años, algunos expertos en ciberseguridad han demostrado que un simple USB puede transformarse en un arma de ataque capaz de tomar control de tu ordenador en un abrir y cerrar de ojos.
Uno de los ejemplos más notorios es el USB Rubber Ducky, creado por Hak5. Aunque tiene la apariencia de un pendrive convencional, el sistema operativo lo reconoce como un Dispositivo de Interfaz Humana (HID), similar a un teclado. Esta técnica, denominada HID spoofing, explota la confianza que los sistemas operativos (Windows, macOS, Linux) tienen en los teclados, sin requerir permisos adicionales para su funcionamiento. Un dispositivo como el Rubber Ducky puede inyectar cientos de pulsaciones por segundo utilizando un lenguaje de script llamado DuckyScript, suficiente para abrir una terminal, descargar y ejecutar un payload maligno desde un servidor remoto antes de que el usuario tenga oportunidad de reaccionar. Al conectarlo, comienza a escribir comandos rápidamente, sin que tú hagas nada. Puede abrir el navegador, descargar malware o establecer una puerta trasera para que alguien acceda a tu equipo más tarde.
Y esto es solo un ejemplo. Existen otros dispositivos similares como el OMG Cable o variantes del conocido BadUSB, que no dependen de que descargues nada: simplemente, engañan al ordenador haciéndole creer que son un teclado, un ratón o incluso una tarjeta de red.
Casos reales: campañas de espionaje y engaños muy creíbles
Este tipo de USB no es solo ficción. Ya se ha utilizado en ataques reales contra empresas e instituciones gubernamentales. Esta táctica no es hipotética. Según el informe «External Drives Lure: USB-based Social Engineering», publicado por Malwarebytes Labs en 2023, se identificaron campañas de espionaje que enviaban paquetes por correo postal a empleados de compañías estadounidenses. Estos paquetes contenían memorias USB que, al ser conectadas, ejecutaban malware para comprometer la red corporativa. Cuando se conectaban al ordenador, el USB instalaba software espía que enviaba información confidencial a los atacantes.
En otras ocasiones, los pendrives se dejaban “olvidados” en lugares públicos: una sala de espera, un banco, un baño. Y, claro, la curiosidad puede más: alguien lo encuentra, lo conecta para descubrir de quién es… y sin darse cuenta, está cediendo el control de su ordenador.
A diferencia de un virus común que puedes eliminar con un antivirus, estos ataques se llevan a cabo a nivel de hardware. No es necesario descargar nada, y muchas veces ni siquiera te das cuenta de que ha sucedido algo.
Cómo puedes protegerte: 4 reglas simples para evitar el desastre
Aunque pueda parecer una medida extrema, la experiencia en ciberseguridad y los incidentes documentados demuestran que la desconfianza proactiva es el principio fundamental de protección. Aquí tienes algunos consejos que son bastante sencillos de seguir y pueden ahorrarte un gran susto:
- No conectes ningún USB que encuentres por ahí. Ni en la calle, ni en el transporte público, ni en la oficina. Por muy tentador que parezca.
- Desactiva la ejecución automática de dispositivos externos. Así ganas unos segundos para reaccionar si algo sale mal.
- Si necesitas analizar un USB sospechoso, hazlo desde un ordenador aislado, sin conexión a internet y sin datos personales.
- Desconfía también de cargadores y cables USB «regalados». Algunos modelos, como el OMG Cable, pueden estar manipulados.
Además, si trabajas en una empresa, es fundamental contar con una política clara sobre estos dispositivos. A veces, un simple despiste puede poner en riesgo toda la red.
Si no sabes de dónde viene, no lo conectes
Vivimos rodeados de dispositivos, y a veces olvidamos que lo más pequeño puede causar el mayor de los problemas. Un USB no es solo un trozo de plástico con memoria: puede ser un caballo de Troya silencioso.
He visto cómo funciona uno de estos en acción, y te aseguro que da miedo lo rápido que pueden actuar. Así que es mejor prevenir: piensa dos veces antes de conectar algo que no conoces. Porque recuperar un archivo perdido puede ser fácil, pero recuperar tu privacidad o los datos de tu empresa, no lo es tanto.
Preguntas Frecuentes
¿Qué es un USB Rubber Ducky y cómo funciona?
¿Cómo puedo protegerme de los ataques con USB manipulados?
¿Pueden los antivirus detectar y limpiar estos dispositivos?
¿Se han registrado ataques reales usando USB maliciosos?
¿Qué debo hacer si sospecho que he conectado un USB peligroso?
En calidad de Afiliado de Amazon y otros programas similares, este sitio obtiene ingresos por las compras adscritas que cumplen con los requisitos aplicables.





