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La razón por la que mi cámara de seguridad no graba en la nube (y me ahorro dinero)

En la actualidad, hay una creciente variedad de cámaras inteligentes para el hogar, y la mayoría de ellas graban en la nube. Sin embargo, yo opté por una alternativa diferente. En este artículo, te compartiré las razones que me llevaron a elegir una cámara que almacena todo de forma local, las ventajas que he experimentado en el día a día y qué aspectos deberías considerar si estás pensando en hacer lo mismo. Si valoras tu privacidad, no te agrada pagar suscripciones o simplemente deseas tener más control sobre lo que sucede en tu hogar, este contenido es para ti.

Cuando comencé a investigar cámaras de seguridad para el hogar, casi todas funcionaban de manera similar: instalas una aplicación, conectas la cámara a tu red WiFi y todo lo que graba se envía directamente a la nube del fabricante. Y es que la mayoría de las cámaras que suben todo a la nube operan bajo un modelo freemium: puedes observar lo que ocurre en tiempo real sin coste, pero si deseas acceder al historial de grabaciones, incluso de hace unas horas, deberás pagar. Un análisis reciente del mercado indica que las suscripciones suelen oscilar entre los 5 € y los 15 € al mes por cámara, y si posees más de una, los gastos se acumulan rápidamente.

Lo admito, al principio me pareció conveniente… hasta que lo reflexioné. No quería que cada suceso en mi hogar terminara almacenado en servidores que no controlo. Por muy seguras que digan que son sus nubes, no me daba confianza. Tampoco quería depender de Internet para saber lo que había sucedido en caso de un corte de luz o fallo de red. Así que busqué una opción distinta: una cámara que grabara localmente, sin necesidad de nube ni pagos mensuales. Y encontré justo lo que necesitaba. La instalé, configuré una tarjeta SD y desde entonces no he mirado atrás.

Buscando mayor privacidad y control

Decidí buscar una opción diferente. Estuve comparando modelos durante varios días hasta que me decidí por una TP-Link Tapo C220, una cámara asequible pero muy completa, que es compatible con el protocolo ONVIF, lo que me ofrecía más control. La configuré para grabar de manera continua en una tarjeta microSD SanDisk Extreme de 256GB, sin depender de la nube. Todo lo que comparto aquí se basa en esta instalación real y en lo que he aprendido desde entonces.


Lo primero que noté al usar una cámara sin conexión a la nube fue la tranquilidad de saber que nadie más podía acceder a mis grabaciones. Todo lo que sucede en casa se almacena en una tarjeta microSD que tengo en la cámara o en un disco duro conectado a la red local. Y lo mejor: puedo acceder desde mi móvil, pero toda la información permanece dentro de mi red. Nada se transmite a Internet (salvo cuando visualizo la cámara mediante la aplicación).


Modelos domo, como la recomendada TP-Link Tapo C220, ofrecen amplia cobertura y grabación local en tarjetas microSD de gran capacidad. Fuente: Foto de Unsplash.com

Esto es fundamental. Porque, aunque las marcas aseguran que son seguras, siempre existen riesgos. Errores, filtraciones, accesos no autorizados… Y no me hacía gracia pensar que una empresa podría tener acceso a las grabaciones de mi salón o la entrada de mi hogar.

Además, al grabar localmente no tienes que preocuparte por pagar cada mes para acceder al historial. Ya no es necesario angustiarse por si se acaba el periodo gratuito o si la empresa cambia sus términos.

Sin suscripciones, sin sorpresas y con buena calidad

Otro aspecto que me convenció fue lo asequible que resulta a largo plazo. Realicé un único pago por la cámara y eso fue todo. No hay cuotas, ni necesidad de contratar espacio adicional o pagar por descargar un vídeo. Todo está disponible al instante. Y no por eso he perdido calidad. La cámara que instalé incluye detección de movimiento, visión nocturna, alertas en tiempo real y acceso remoto seguro desde el móvil. En resumen, no echo de menos nada de lo que ofrecen los sistemas en la nube.

Además, si deseo hacer una copia de seguridad, solo necesito conectar el almacenamiento a mi PC y descargar lo que quiera. Sin esperas. Sin pérdida de calidad. Y sin requerir permiso a nadie.


La estética de las cámaras modernas permite integrarlas en el hogar sin sacrificar la seguridad de un sistema de grabación local. Fuente: Foto de Unsplash.com

¿Y qué hay de la parte legal? Esto es lo que debes considerar

Aunque grabes únicamente para ti y no subas nada a la nube, la videovigilancia en casa también tiene sus regulaciones. En España, está regulada por la AEPD (Agencia Española de Protección de Datos), y hay aspectos clave que no puedes ignorar si deseas evitar problemas.

  • No grabes la calle ni a los vecinos. Tu cámara debe enfocarse exclusivamente en tu propiedad. Si capta la acera, la puerta de un vecino o parte de la vía pública, podrías enfrentarte a sanciones.
  • Pon un aviso visible. Aunque sea una cámara en tu hogar, es obligatorio informar que la zona está bajo videovigilancia. Los avisos homologados son muy asequibles y te evitan complicaciones.
  • No almacenes los vídeos indefinidamente. En general, deberías eliminar las grabaciones pasados 30 días, a menos que exista un motivo legal para conservarlas más tiempo.

Lo positivo de grabar localmente es que tienes el control total de tus vídeos y de su manejo, sin depender de lo que decida una empresa externa. Y eso, en términos de privacidad, es siempre un punto a favor.

¿Es para todos? No, pero vale la pena

Sé que hay personas que prefieren la comodidad de la nube. Y está bien. Pero si lo que más valoras es la privacidad, el control y evitar gastos innecesarios, una cámara que no graba en la nube es una excelente opción.

Sin embargo, hay un punto débil significativo cuando todo se almacena localmente: si alguien entra y se lleva la cámara con la tarjeta, también se lleva las grabaciones. Esta vulnerabilidad física es real, y para protegerse, lo mejor es contar con un sistema de copia de seguridad automática, como una sincronización nocturna con un NAS que esté bien oculto en casa. Así, aunque pierdas el dispositivo, la información no desaparece con él. Por eso es recomendable colocar la cámara en un lugar elevado, bien sujeta, y si es posible, con una copia de seguridad en un NAS o en otro dispositivo de red local.

Tengo claro que volvería a elegir esta opción sin pensarlo. Es simple, segura y más independiente. Justo lo que buscaba.

Ventajas y desventajas de Grabación Local vs. Grabación en la Nube

Criterio de DecisiónGrabación LocalGrabación en la Nube
Coste InicialInversión en almacenamiento físico (microSD, NVR, NAS) con un coste único inicial. Requiere equipos adicionales para almacenamiento masivo.Algunos proveedores ofrecen planes básicos gratuitos, aunque con limitaciones. No necesita equipos de almacenamiento propios.
Coste RecurrenteSin gastos adicionales posteriores. Los gastos se limitan a mantenimiento o reemplazo de hardware.Pagos mensuales por almacenamiento, especialmente para múltiples cámaras. Puede superar los costes de hardware local a largo plazo.
Nivel de PrivacidadControl máximo local: grabaciones físicas sin dependencia de terceros. Menos exposición a riesgos de accesos externos.Cifrado de datos por proveedores, pero registro en servidores externos. Posible acceso por parte de administradores de la nube.
Seguridad ante Robo FísicoRiesgo total: hardware robado = pérdida de grabaciones. Solo útil si se implementan múltiples copias offline.Grabaciones almacenadas remotamente: aún puedes ver el historial de actividad tras el robo de la cámara local.
Dependencia de InternetAcceso local offline. Necesita conexión únicamente para visualización remota (usando app o cliente).Requiere conexión constante para subir clips. Dependencia crítica de velocidad y disponibilidad.
Facilidad de ConfiguraciónRequiere configuración manual de dispositivos de almacenamiento y ajustes de red. Mayor complejidad técnica.Proceso automatizado mediante aplicaciones: solo necesitas una cuenta y conexión a internet iniciales.

Preguntas frecuentes sobre cámaras con grabación local

¿Cuál es la principal diferencia entre grabar en la nube y en local?

La grabación en la nube envía tus vídeos a servidores del fabricante a través de Internet, a menudo requiriendo una suscripción. La grabación local almacena los vídeos en un dispositivo físico en tu hogar, como una tarjeta microSD o un disco duro en red (NAS), dándote control total y sin cuotas.

¿Puedo ver las grabaciones de forma remota si no están en la nube?

Sí, la mayoría de cámaras con grabación local permiten un acceso remoto seguro a través de su aplicación móvil. La conexión se establece directamente con tu cámara sin que los vídeos se almacenen en servidores de terceros.

¿Qué sucede si un ladrón roba la cámara con la tarjeta de memoria dentro?

Ese es el principal riesgo. Si el ladrón se lleva la cámara, pierdes las grabaciones almacenadas en ella. Para evitarlo, se recomienda colocar la cámara en un lugar de difícil acceso y, para mayor seguridad, configurar un sistema de copia de seguridad en un disco duro en red (NAS) ubicado en otro lugar de la casa.

¿Qué necesito para configurar un sistema de grabación local?

En su forma más simple, solo necesitas una cámara compatible con grabación local y una tarjeta microSD de capacidad adecuada. Para una solución más avanzada, puedes utilizar un grabador de vídeo en red (NVR) o un disco duro en red (NAS).

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