Los problemas de conectividad Wi-Fi en el hogar pueden surgir por diversas razones. Sin embargo, a menudo, todo se reduce a la presencia de zonas muertas. Estas áreas son aquellas donde la señal de la red inalámbrica es deficiente. Existen varios factores que pueden influir en esto, los cuales te explicaremos a continuación. El objetivo es que aprendas a identificar estos puntos y a tomar las medidas adecuadas.
Tener una conexión Wi-Fi inestable puede llevar a interrupciones frecuentes al ver contenido en streaming, dificultades para jugar en línea o usar servicios en la nube. No solo se traduce en una disminución de la velocidad, sino que también puede ocasionar latencias elevadas y una inestabilidad constante.
Zonas típicamente muertas del Wi-Fi
Hay lugares en tu hogar que suelen tener una señal más débil. Reconocerlos es útil para decidir dónde colocar el router, algún repetidor o los dispositivos que quieras conectar. Así, podrás lograr una conexión más sólida y mitigar los problemas comunes.
Habitaciones con numerosos objetos metálicos
Uno de los problemas puede ser la presencia excesiva de objetos y adornos metálicos en una habitación. Por ejemplo, una lámina de metal en la pared puede interferir con la señal inalámbrica. Cuanto más grandes sean esos objetos, mayores dificultades tendrás para mantener una conexión estable. Para solucionarlo, analiza qué puede estar afectando tu conexión. Si observas objetos metálicos cerca de tus dispositivos, es recomendable retirarlos, así como alejar los aparatos para mejorar la recepción de la señal.
Si utilizas una aplicación para medir la cobertura, como Wi-Fi Analyzer, podrás verificar fácilmente si la señal disminuye drásticamente o se mantiene estable. También es fundamental realizar una prueba de velocidad para determinar qué tan rápido es tu Internet cerca de la habitación y dentro de ella.
Baños y áreas con tuberías
También puedes experimentar problemas si te conectas desde áreas donde hay agua. El Wi-Fi no se lleva bien con el agua y esto se notará al intentar conectarte. Por ejemplo, en un baño o en lugares con muchas tuberías, electrodomésticos que utilizan agua (como lavadoras o lavavajillas), etc. Nuevamente, lo mejor sería aislar tus dispositivos de estos entornos. Asegúrate de que no haya aparatos con agua cerca, incluyendo acuarios si los tienes.
Generalmente, estos lugares también contienen espejos, que son otro enemigo del Wi-Fi, por lo que deberás prestar atención a estas áreas. Lo ideal sería instalar un nodo Mesh en una habitación o en el pasillo, de modo que ofrezca cobertura uniforme a todos los dispositivos de tu hogar.
Zonas con muchas interferencias
Por supuesto, también hay que considerar las interferencias. Esto incluye muchos dispositivos que pueden causar problemas. Puede suceder, por ejemplo, si te conectas justo al lado de un televisor. Allí puedes tener varios equipos que produzcan interferencias si utilizan conexiones Bluetooth. Lo mismo ocurre con teléfonos inalámbricos o microondas, que operan en la banda de 2,4 GHz.
Lo ideal es mantener tus equipos alejados de estas zonas con interferencias. Sin embargo, si necesitas conectarte allí, puedes optar por usar la banda de 5 GHz del Wi-Fi en lugar de la de 2,4 GHz, lo que puede ayudar a reducir las interferencias. Por supuesto, si dispones de un router que soporte el nuevo estándar Wi-Fi 7 con la banda de 6 GHz, te recomendamos conectarte a esta banda, ya que está libre de interferencias debido a que es una tecnología muy reciente y poco utilizada.
Sótano o garaje
Si te conectas desde una zona remota del router, como un sótano o un garaje, tendrás problemas. Estas son claramente zonas muertas que afectan la señal Wi-Fi. Esto se debe a que la señal llega muy debilitada, haciendo que la conexión sea difícil y poco confiable.
Para minimizar este tipo de problemas, puedes considerar un sistema Mesh. Existen otras opciones, como repetidores o dispositivos PLC, pero los sistemas Mesh son más eficaces para distribuir la señal en grandes áreas de la vivienda o extender la conexión a otros niveles. Además, recuerda que tendrás roaming WiFi para proporcionar la mejor experiencia de usuario.
En resumen, estas son las zonas muertas más comunes para el Wi-Fi en el hogar. Identificarlas es esencial, por lo que podrías crear un mapa de calor y actuar en consecuencia para mejorar la conectividad.
Preguntas frecuentes
¿Las zonas muertas del Wi-Fi afectan a todos los dispositivos?
En mayor o menor medida, sí afectan a cualquier dispositivo. Cuanto más limitado sea el dispositivo, peor será el rendimiento de la red.
¿Un repetidor puede solucionar las zonas muertas del Wi-Fi?
Un repetidor puede ayudar, ya que amplifica la señal en un área específica. Sin embargo, no siempre resolverá el problema. Puedes considerar dispositivos PLC o sistemas Mesh, que suelen ser más efectivos.
¿Conectarme por cable me afectará las zonas muertas?
Conectarte a Internet mediante un cable de red es una excelente opción. Aumentarás la estabilidad y evitarás cortes o pérdidas de velocidad.
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