La conexión Wi-Fi no siempre opera de manera óptima. Puedes enfrentarte a inconvenientes que limitan tu acceso a Internet, reducen la velocidad o causan interrupciones. Sin duda, las paredes que se interponen entre el router y tus dispositivos pueden debilitar la señal. Pero, ¿son todas las paredes iguales? A continuación, exploraremos las situaciones donde podrías encontrar más dificultades relacionadas con esto.
También te ofreceremos algunas sugerencias para conseguir una conexión más efectiva y evitar problemas. Te proporcionaremos consejos prácticos que puedes implementar en tu hogar para mejorar la conexión de un lugar a otro y conectar diversos dispositivos sin los fallos comunes.
Las paredes gruesas, el mayor obstáculo para el Wi-Fi
Lo primero que debes considerar es que a mayor grosor de las paredes, peor será la señal. Un muro de hormigón sólido bloqueará significativamente la señal inalámbrica, debilitándola. No es lo mismo que una pared delgada y porosa que una que sea densa y completamente sellada.
Es importante mencionar también las paredes metálicas, ya sean decorativas o parte de la estructura. El metal no es un buen aliado para el Wi-Fi, por lo que aquí también podrías experimentar inconvenientes. Sin embargo, el impacto variará según el tipo de material específico.
Si se trata de una pared de madera, por ejemplo, el problema será menos grave. Aunque siempre bloqueará algo la señal, ya que no estarías en un espacio abierto, no se compara con la afectación que tendría una pared gruesa o metálica. En particular, si la pared de madera es delgada, el impacto será menor.
En cualquier caso, más allá del tipo de pared, la distancia también jugará un papel crucial. Si te conectas en una habitación contigua al router, esa pared no afectará tanto la señal como lo haría si te conectas en una habitación más alejada, donde la señal tiene que atravesar varios muros, aunque sean delgados, antes de llegar.
Cómo prevenir inconvenientes
Entonces, ¿qué puedes hacer para evitar estos inconvenientes? Una opción es conectarte mediante un cable Ethernet. Si tienes una instalación en casa, esto facilitará la conexión de dispositivos desde distancias más largas, especialmente en áreas donde la señal inalámbrica podría llegar más debilitada y generar problemas.
También puedes utilizar dispositivos que mejoren la señal. Algunas opciones incluyen un repetidor o un sistema Mesh. Este último, en particular, te permite extender la conexión a múltiples áreas de tu hogar manteniendo una buena calidad.
En resumen, las paredes pueden debilitar tu red Wi-Fi y provocar problemas de conexión. Pueden surgir interrupciones que limiten la velocidad o causen fallos, especialmente si hay paredes gruesas, de hormigón o revestidas con metal. Sin embargo, existen varias soluciones para mejorar esta situación.
