Desde hace un tiempo, hemos sido conscientes de que muchos dispositivos pueden recolectar datos sobre nosotros, a menudo sin nuestro conocimiento. Sin embargo, un reciente estudio de investigadores de la Universidad de Carnegie Mellon ha revelado algo aún más sorprendente: basta con estar en un lugar con señal WiFi para que puedan detectar tu presencia, movimientos, e incluso tu identidad. Esta innovación se basa en una función que los routers WiFi realizan constantemente: emitir señales que rebotan en los objetos circundantes. Hasta ahora, estas señales se utilizaban para la transmisión de datos, pero los científicos han encontrado la manera de usarlas como un tipo de «sonar».
Gracias a algoritmos de inteligencia artificial, han logrado reconstruir la silueta tridimensional de personas que se desplazan en el espacio, sin necesidad de que lleven ningún dispositivo. Y lo más impresionante: lo han conseguido utilizando routers WiFi comunes, como los que se encuentran en muchos hogares.
¿Cómo es posible rastrear a alguien sin un dispositivo móvil?
La base técnica, aunque parezca sacada de una película de ciencia ficción, se fundamenta en un principio físico bien conocido: tu cuerpo modifica las señales WiFi a su paso, de manera similar a cómo una piedra altera el flujo del agua. Estas alteraciones, denominadas “perturbaciones del canal inalámbrico”, pueden ser captadas por los dispositivos conectados a la red.
Con esos datos, los investigadores entrenaron un modelo de IA que no solo detecta la presencia de alguien en una habitación, sino que también puede estimar su ubicación y cómo se está moviendo. En ciertos casos, incluso puede reconocer características físicas únicas que hacen que tu “huella inalámbrica” sea distinta de la de otros.
Esto abre la puerta a nuevas posibilidades… aunque también genera preocupaciones serias en torno a la privacidad.
Aunque pueda parecer increíble, no es necesario que lleves tu móvil contigo para que tu presencia sea registrada. La clave radica en cómo tu cuerpo interfiere con las señales inalámbricas en el entorno, en este caso, las del WiFi.
Los investigadores que llevaron a cabo este estudio utilizaron routers comerciales estándar, como el TP-Link Archer AXE11000, para emitir señales y captar las mínimas alteraciones que se producen al mover una persona cerca. No se trata de ondas visibles ni de cámaras encubiertas: es el aire vibrando de manera diferente debido a tu simple presencia.
Para analizar esas variaciones, emplearon un modelo de inteligencia artificial conocido como DensePose, que originalmente se desarrolló para mapear cuerpos humanos en imágenes. Lo que hicieron fue adaptarlo para reconstruir, a partir de los datos obtenidos del WiFi, una silueta tridimensional de la persona presente en la habitación. Según los resultados que compartieron, lograron una precisión superior al 80%.
En otras palabras: la red WiFi “observa” cómo te desplazas. Y es capaz de identificar formas humanas a partir de esas alteraciones, sin necesidad de que lleves tu móvil, una pulsera inteligente, ni ningún otro dispositivo conectado.
Lo más asombroso es que este sistema no requiere equipamiento especializado. Solo necesita un router potente, algo de conocimiento técnico y un software de análisis bien entrenado. Esto plantea una pregunta inevitable: ¿quién tiene acceso a esta tecnología y con qué propósito?
¿Cuáles son los riesgos asociados a esta tecnología?
Por un lado, esta técnica podría ser utilizada para fines positivos: por ejemplo, monitorizar a ancianos que viven solos o mejorar los sistemas de seguridad en edificios. Sin embargo, el potencial de abuso es evidente. Cualquier persona con acceso a un router WiFi podría, en teoría, verificar si estás en casa, cómo te mueves, e incluso si hay otras personas contigo, sin que tú estés al tanto.
Además, no es necesario estar conectado al WiFi para ser detectado. Simplemente estar dentro del alcance de una red que realice este tipo de análisis es suficiente. Esto hace que la vigilancia sea invisible, silenciosa… y extremadamente difícil de eludir. Aunque la tecnología está en fase experimental, el simple hecho de que funcione con hardware convencional la convierte en una posibilidad real para el futuro próximo.
Estamos adentrándonos en una nueva era de vigilancia digital, donde ni siquiera es necesario llevar un dispositivo para que puedan conocer tu ubicación. Esto genera muchas preguntas. ¿Quién tiene derecho a utilizar esta tecnología? ¿Cómo será regulada? ¿Tendremos alguna manera de protegernos?
Como siempre, la clave está en anticiparse. Estar informado, cuestionar los nuevos desarrollos, y reflexionar no solo sobre lo que pueden hacer por nosotros, sino también sobre lo que podrían hacer sin nuestro conocimiento.
Para profundizar en el impacto de esta tecnología, he preparado una tabla con un análisis dual: un lado sobre los posibles usos positivos que podrían mejorar la seguridad o la asistencia en ciertos entornos; y el otro, sobre los riesgos reales para la privacidad si esta técnica cae en manos inadecuadas. Esta comparativa te permitirá entender mejor lo que está en juego.
Análisis dual de la tecnología de rastreo por Wi-Fi
| Aplicaciones Positivas Potenciales | Riesgos de Privacidad y Abuso |
|---|---|
| Monitorización de la salud: Supervisión no invasiva de ancianos o pacientes, detectando caídas o patrones de movilidad inusuales. | Vigilancia no consentida: Espionaje en hogares, oficinas o espacios privados sin necesidad de cámaras. |
| Seguridad Inteligente: Mejora de sistemas de seguridad en edificios o transporte público para detectar presencias no autorizadas sin identificar individuos. | Identificación sin dispositivo: Posibilidad de crear una «huella corporal» única para rastrear a una persona específica a través de diferentes lugares con cobertura WiFi. |
| Gestión de multitudes: Análisis anónimo del flujo de personas en grandes eventos o centros comerciales para optimizar la logística y la seguridad. | Dificultad de evasión: Al no requerir un dispositivo personal, la persona no tiene un método sencillo para «desconectarse» o evitar ser detectada. |
Preguntas clave sobre el rastreo por WiFi
¿Cómo funciona exactamente esta tecnología de rastreo por WiFi?
La tecnología utiliza las señales que emite un router WiFi como una especie de sónar. Al moverse una persona, su cuerpo altera estas señales. Algoritmos de inteligencia artificial analizan estas alteraciones (perturbaciones del canal) para reconstruir la silueta y movimiento de la persona en 3D.
¿Necesito estar conectado a la red WiFi para ser detectado?
No. No es necesario estar conectado a la red ni llevar algún dispositivo electrónico. Basta con estar en la cobertura de una red que esté realizando este tipo de análisis.
¿Qué tipo de equipo se necesita para realizar este rastreo?
Los investigadores de la Universidad de Carnegie Mellon lograron realizar estas pruebas utilizando routers WiFi comerciales, similares a los que se pueden tener en casa, junto con software y algoritmos de IA específicos.
¿Esta tecnología ya se utiliza de forma generalizada?
Actualmente, se encuentra en una fase experimental y de investigación académica. Sin embargo, el hecho de que funcione con hardware de consumo la convierte en una posibilidad tecnológica real para el futuro cercano.
¿Hay alguna forma de protegerse contra este tipo de vigilancia invisible?
No se especifican métodos de protección, ya que la tecnología es pasiva y difícil de detectar. La protección probablemente requerirá futuras regulaciones y el desarrollo de nuevas tecnologías de contramedida.





