MADRID, 12 Ago. (CIBERPRO) –
Los teléfonos desechables han encontrado su lugar en el mercado actual como una herramienta de seguridad, ya que resguardan la privacidad de los usuarios, aunque también pueden ser utilizados para estafas.
Económicos y de prepago, los teléfonos desechables suelen tener ‘hardware’ de calidad inferior, carecer de funciones de seguridad robustas y ofrecer características limitadas, ya que están diseñados para un uso ocasional, en situaciones específicas.
A pesar de esto, su popularidad va en aumento. Según el mercado global de planes móviles de pago, que está directamente relacionado con el uso de este tipo de dispositivos, se generaron 582.170 millones de dólares (aproximadamente 516 millones de euros) en 2023, y se prevé un crecimiento del 4,51 por ciento anual hasta 2033, según datos de The Brainy Insights.
Este incremento ha sido impulsado por una mayor conciencia sobre la importancia de la privacidad digital y el deseo de controlar la información personal, como señalan desde NordVPN en un comunicado.
Estos dispositivos suelen asociarse con el cine, donde espías y delincuentes, en general, cualquier persona que busque ocultar su rastro, los lleva consigo. Sin embargo, en la vida real, cada vez más miembros de la generación Z -nacidos entre mediados de los 90 y principios de 2010- los utilizan para reducir el tiempo frente a las pantallas sin desconectarse por completo.
También son comunes en viajes al extranjero, ya que ayudan a evitar los costos de ‘roaming’, así como el primer teléfono móvil para niños o adolescentes, ofreciendo una opción segura y económica para que los padres puedan comunicarse en caso de emergencia.
«En esencia, los teléfonos desechables ofrecen anonimato y privacidad», comenta Adrianus Warmenhoven, experto en Ciberseguridad de NordVPN. «Pero para que realmente cumplan su propósito, su uso debería restringirse a mensajes de texto y llamadas de emergencia. Nada más. Usarlos como lo hace la generación Z, instalando aplicaciones adicionales, vinculando cuentas o añadiendo métodos de pago, frustra completamente el objetivo», explica.
RIESGOS PARA LA PRIVACIDAD
El principal riesgo radica en su simplicidad, ya que puede generar una falsa sensación de seguridad, como indican desde NordVPN. Por ello, es crucial recordar que descargar aplicaciones de fuentes no verificadas puede comprometer la seguridad del dispositivo y exponer a los usuarios a ‘software’ malicioso.
Si se activa el GPS, se da la posibilidad a terceros de rastrear sus movimientos, mientras que usar estos teléfonos para aplicaciones o compras en línea puede exponer el dispositivo a intermediarios de datos y estafadores.
Algunos teléfonos de prepago aceptan pagos digitales, pero si no cuentan con protección de seguridad adecuada, estos dispositivos pueden poner a los usuarios en riesgo de fraude financiero.
Además, los delincuentes aprovechan los teléfonos desechables para llevar a cabo estafas de ‘phishing’, suplantar la identidad de las víctimas y realizar robos de identidad sin dejar rastro.
«Sin las precauciones adecuadas, como comprarlos en efectivo, evitar el uso de cuentas personales, no instalar aplicaciones y reiniciar el dispositivo regularmente, pueden convertirse fácilmente en herramientas para estafadores», añade Warmenhoven.
ALTERNATIVAS QUE PROTEGEN LA PRIVACIDAD
Como alternativa para proteger la privacidad, desde NordVPN sugieren utilizar aplicaciones ‘burner’, que crean números de teléfono temporales en el dispositivo principal sin necesidad de adquirir otro teléfono.
También se pueden utilizar plataformas de voz sobre protocolo de internet (VoIP) como Google Voice para obtener números temporales, que se pueden usar para compras en línea o en sitios de citas.
En cuanto a mensajería, aconsejan el uso de aplicaciones cifradas como Signal para mantener las conversaciones en privado.
