MADRID 19 Nov. (CIBERPRO) –
Este miércoles, las autoridades de Estados Unidos, Reino Unido y Australia han hecho pública la imposición de sanciones conjuntas a la empresa rusa Media Land, a la que se le atribuye el apoyo a operaciones de ransomware dirigidas a empresas estadounidenses y de naciones aliadas. Adicionalmente, Washington ha impuesto sanciones a varias de sus filiales.
En un comunicado emitido por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, se ha señalado que Media Land es un proveedor de servicios de alojamiento web, ubicado en San Petersburgo y supuestamente resistente a ataques, al que se acusa de facilitar operaciones de ransomware y otras formas de cibercriminalidad.
Entre las sanciones se incluye a ML Cloud, una de las filiales de Media Land, así como al director general de la compañía, Aleksandr Volosovik; también se ha sancionado a Kirill Zatolokin, un empleado encargado de gestionar los pagos de los clientes y coordinarse con otros ciberactores, y a Yulia Pankova, la responsable de las finanzas de Volosovik. Además, MLT y DC Kirishi, subsidiarias completamente controladas por Media Land, han sido designadas para sanciones.
«Estos proveedores de servicios de alojamiento, que se presentan como a prueba de balas, como Media Land, proporcionan a los ciberdelincuentes los recursos necesarios para atacar a empresas en Estados Unidos y en naciones aliadas. La acción trilateral de hoy (…) refleja nuestro compromiso común en la lucha contra el cibercrimen», declaró John K. Hurley, subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera.
Por otro lado, la OFAC, junto con Reino Unido, ha incluido en su lista a la compañía Hypercore, que actúa como empresa pantalla del grupo Aeza, un proveedor de servicios que fue sancionado a principios de año y que, tras ello, comenzó a implementar una estrategia de rebranding para desligarse de su antigua infraestructura técnica.
También se han añadido a la lista a dos individuos: Makarov, el nuevo director de Aeza, y Zakirov, quien ayudó a crear nuevas empresas para ocultar las actividades del grupo, junto con dos entidades adicionales (serbia y uzbeka) que han operado en nombre de Aeza Group para eludir las sanciones impuestas.
