MADRID 3 Nov. (CIBERPRO) –
La directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Esperanza Casteleiro, ha destacado este lunes que la ciberseguridad es una «prioridad estratégica» y ha solicitado inversión, talento, colaboración internacional y una cultura de seguridad que abarque todos los niveles del Estado y la sociedad para su desarrollo.
Durante su intervención en una jornada sobre seguridad y defensa organizada por ‘El País’, Casteleiro ha señalado que la ciberseguridad «ya no es solo un tema técnico limitado a los departamentos de informática» sino que se ha convertido en una «prioridad estratégica», defendiendo que la protección del ciberespacio representa una «nueva dimensión» de la seguridad nacional.
La directora del CNI ha enfatizado que los incidentes de ciberseguridad tienen un «gran impacto» en la vida de los ciudadanos, especialmente cuando afectan a infraestructuras públicas, como los hospitales.
«Cuanto más conectados estamos, más expuestos estamos», ha reiterado Casteleiro, quien considera «paradójica» esta situación. Aun así, opina que los ciudadanos son «más conscientes» de que la seguridad «no debe depender únicamente del Estado, sino de una sociedad digitalmente responsable».
EN UNA ZONA GRIS
Casteleiro ha situado los ciberataques dentro de una «zona gris» de la actualidad internacional, donde también se combinan «vectores híbridos, campañas de desinformación, la instrumentalización de fenómenos sociales como la inmigración, el terrorismo, la competencia tecnológica y energética o el control de la narrativa», según ha detallado. Las injerencias rusas en elecciones europeas son un ejemplo de esta «zona gris».
En este contexto, la directora del CNI ha afirmado que la Inteligencia se erige «como un elemento clave» para «facilitar la toma de decisiones y, por ende, la gobernabilidad».
«Permite anticipar la aparición de conflictos, proteger infraestructuras y sistemas críticos, prepararse ante desarrollos disruptivos, salvaguardar datos e información sensible, detectar maniobras y operaciones de desinformación o evaluar de manera oportuna y eficaz vulnerabilidades críticas que puedan comprometer derechos y libertades», ha resumido.
Por último, Casteleiro ha expresado su «profunda convicción» de que «la transformación global no debe ser percibida como una amenaza para la seguridad nacional, sino como una oportunidad para replantear estrategias, fortalecer las instituciones y renovar el compromiso con los valores democráticos».





