– Annette Riedl/dpa
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BRUSELAS 1 Oct. (CIBERPRO) –
Aproximadamente el 80% de los ciberataques reportados en la Unión Europea se originaron por motivos ideológicos, con activistas ‘hackers’ como la principal causa de estos incidentes, aunque Rusia y China continúan aumentando su actividad maliciosa contra los Estados miembros.
De acuerdo con el informe de la Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad (ENISA) sobre las amenazas a la ciberseguridad en la UE, el año pasado el ciberactivismo fue responsable del 79,4% de los 4.875 incidentes analizados. Aunque generalmente el impacto fue bajo, estas campañas son relativamente simples y económicas de llevar a cabo, lo que las convierte en las más frecuentes en el bloque, superando a las redes cibercriminales, que representaron el 13,4% de los casos, y a las campañas de ciberespionaje, que alcanzaron el 7,2%.
El tipo de ataque más común, en un 77% de los casos, es el DDoS, que implica sobrecargar un sitio web, servidor o recurso de red con tráfico malicioso para bloquear el acceso legítimo. Además, el informe señala que los ataques de ‘ransomware’ son la amenaza que más afecta a la UE.
CIBERATAQUES ASOCIADOS A RUSIA Y CHINA
El informe indica que los ataques vinculados a actores estatales son una tendencia constante en el bloque. El año pasado se registraron 46 grupos de intrusiones diferentes en la UE.
Rusia fue responsable del mayor número de conjuntos de intrusiones no atribuidas a actores de un tercer estado, con un 47%, mientras que los grupos relacionados con China representaron el 43%, y Corea del Norte el 36%.
La mayoría de los ataques se dirigieron a instituciones públicas, con un 38,2% de los casos, siendo este el objetivo tanto de ciberactivistas como de ataques relacionados con terceros Estados, como en el caso del ciberespionaje. A continuación, se encuentran el sector del transporte, con un 7,5%, y las infraestructuras digitales y financieras, con un 4,8% y 4,5% respectivamente.
Por lo tanto, la ENISA concluye que la UE es un blanco constante de grupos de amenazas «diversas pero convergentes». Según su director ejecutivo, Juhan Lepassaar, esta situación debe llevar a «establecer prioridades para proteger la infraestructura crítica y asegurar que el futuro digital sea seguro».





