Proteger la privacidad en línea es crucial, aunque a menudo no lo hacemos adecuadamente. En numerosas ocasiones, compartimos más información de la necesaria en la red, lo que puede acarrear problemas. A continuación, te mostraremos situaciones en las que podrías estar revelando demasiada información sin darte cuenta. Te presentaremos ejemplos concretos que podrían traerte complicaciones.
Nuestro objetivo es ayudarte a resguardar tus datos y evitar facilitar el trabajo a los ciberdelincuentes. Al fin y al cabo, la información personal tiene un alto valor en el ámbito digital. Esa información que compartes podría ser utilizada para llevar a cabo ataques de Phishing personalizados o incluso para suplantar tu identidad en línea.
Razones por las que te expones más de lo que imaginas
Si identificas que cometes alguno de los errores que mencionaremos, es esencial que tomes medidas de inmediato para corregir la situación. Solo así podrás proteger tus datos y prevenir su uso indebido, ya sea a corto o largo plazo.
Extensiones engañosas en el navegador
Un error común es instalar cualquier extensión en el navegador. Aunque algunas pueden ser útiles para organizar pestañas o acelerar descargas, otras pueden representar un riesgo para tu seguridad y privacidad.
El problema es que, en ocasiones, se trata de extensiones engañosas. Su principal objetivo es recolectar información de los usuarios, registrando todas tus actividades en el navegador, incluyendo historial de sitios visitados, nombres de usuario y contraseñas. Te sugerimos que limites las extensiones instaladas y que conserves únicamente las que realmente necesites, asegurándote de que sean de confianza.
Metadatos en imágenes
Otro tema a considerar son las fotos que compartes en línea a través de diversas plataformas, las cuales pueden contener metadatos. Estos datos pueden incluir la fecha de captura y, en ocasiones, incluso la ubicación. Aunque creas que simplemente estás subiendo una imagen, podrías estar proporcionando información adicional.
Para prevenir problemas relacionados, puedes optar por eliminar esos metadatos y subir la imagen «limpia» a la red.
Aplicaciones conectadas
Un ejemplo más son las aplicaciones que tienes vinculadas a diversos servicios en línea. Estos programas, aunque útiles en tu vida diaria, pueden conectarse a otras aplicaciones, lo que les permite comenzar a recopilar datos y comprometer tu privacidad.
Lo más recomendable es evitar vincular aplicaciones que no sean necesarias o que te generen dudas sobre su fiabilidad.
Iniciar sesión con Google o Facebook
Asimismo, no es recomendable iniciar sesión con Google o Facebook en otras plataformas. Aunque es más cómodo, podrías estar exponiendo información personal sin darte cuenta. Lo mejor es registrarte individualmente en cada plataforma, evitando ceder más datos de los necesarios.
Este procedimiento es bastante habitual hoy en día, ya que acumulamos numerosas cuentas y necesitamos registrarnos para casi todo. Iniciar sesión con Google o Facebook puede ser fácil, pero no es lo ideal en términos de privacidad.
En resumen, estos son algunos motivos por los cuales podrías estar comprometiendo tu privacidad en Internet sin ser consciente de ello. Es fundamental evitar inconvenientes y no facilitar el acceso a tus datos.