Aún hay quienes creen que contar con un antivirus es esencial, pero a medida que nos acercamos a 2025, esta percepción necesita una reevaluación. Windows 11 ha transformado el panorama, y si lo usas de manera adecuada, es posible que no requieras instalar más que el antivirus que ya está integrado en el sistema operativo. Históricamente, la instalación de un antivirus era el primer paso tras encender el ordenador. Sin embargo, con Windows 11, esa necesidad ha disminuido significativamente. El propio sistema operativo de Microsoft ha avanzado tanto que, para la mayoría de los usuarios, su protección incorporada es más que suficiente. A continuación, te explico por qué puedes sentirte seguro sin tener que pagar o instalar soluciones externas.
A excepción de grandes empresas que requieren sistemas de seguridad avanzados y específicos, consideramos que no es necesario contar con un antivirus adicional en Windows 11, más allá del que ya viene preinstalado y que funciona de manera eficiente.
Protección integrada: más de lo que parece
Lo digo por experiencia: la Seguridad de Windows ha evolucionado y ya no es solo una opción que desactivabas al instalar otro antivirus. Ahora es una suite completa que incluye protección contra virus, un firewall, control de aplicaciones y navegación segura. No necesitas hacer nada, ya viene activada desde el primer momento. Microsoft Defender Antivirus ha obtenido excelentes calificaciones en las pruebas de AV-TEST, igualando o superando a muchos antivirus de pago. Además, consume pocos recursos, se actualiza automáticamente y opera de manera discreta sin interrumpirte constantemente con ventanas emergentes.
Además del antivirus, tienes:
- Firewall de Windows para bloquear conexiones no deseadas.
- SmartScreen para advertirte sobre descargas sospechosas.
- Control de aplicaciones y navegador que filtra contenido malicioso incluso en Chrome o Firefox.
- Protección de la cuenta y del arranque con características como TPM, Secure Boot y Windows Hello.
Todo esto está diseñado para operar sin necesidad de configuración adicional. Y funciona de maravilla.
Buenos hábitos, más efectivos que cualquier antivirus
Lo que realmente marca la diferencia no es el software, sino la forma en que lo utilizas. Mantener el sistema actualizado, no abrir archivos adjuntos sospechosos, usar contraseñas robustas o activar la autenticación en dos pasos contribuye más a tu seguridad que cualquier antivirus premium.
He visto numerosos equipos con antivirus de pago que sucumbían a infecciones por descuidos básicos: un clic en un enlace engañoso, una descarga de software pirata o confiar en un correo demasiado atractivo para ser real. Ningún programa puede protegerte de esos errores si tú mismo los cometes.
Así que, si eres cauteloso y utilizas el sentido común, probablemente ya estás más protegido que la mayoría.
¿Y si busco más funcionalidades?
No estoy afirmando que los antivirus de terceros sean ineficaces. Algunos ofrecen características que Windows 11 no incluye por defecto, como monitoreo de la webcam, VPN integrada, control parental o análisis de la dark web para verificar si tus datos han sido expuestos. Sin embargo, es importante ponerlo en perspectiva. Muchas veces, estas funcionalidades vienen acompañadas de inconvenientes: un alto consumo de recursos, notificaciones constantes para que adquieras la versión premium y, en algunos casos, la recopilación de tus datos con fines comerciales.
Por eso, a menos que tengas necesidades muy específicas o manejes información especialmente sensible, lo que ya incluye Windows 11 es más que suficiente.
¿Entonces, cuándo es recomendable un antivirus?
Existen situaciones en las que un antivirus adicional puede ser beneficioso:
- Si compartes mucho contenido con dispositivos o personas desconocidas.
- Si utilizas frecuentemente unidades USB externas.
- Si trabajas con datos sensibles o confidenciales.
- Si tus hijos usan el ordenador y deseas implementar control parental.
- Si buscas protección de privacidad más allá de los virus, como evitar rastreadores o proteger tu webcam.
En esos casos, una solución externa bien elegida puede agregar una capa de seguridad. Sin embargo, para la gran mayoría de los usuarios que navegan, trabajan o estudian, no es necesario complicarse ni gastar dinero.
Después de usar Windows 11 a diario durante años y haber probado tanto antivirus gratuitos como de pago, tengo claro que para un uso normal, el sistema ya está preparado para protegerte. No necesitas instalar nada más si utilizas el ordenador de forma responsable y mantienes el sistema actualizado. La seguridad depende de cómo lo uses, no solo de lo que instales. Y en este caso, menos software puede traducirse en más tranquilidad.





