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Expertos en seguridad tienen una pregunta para ti: ¿cuándo fue la última vez que hiciste esto con tu móvil?

Tu smartphone tiene acceso a casi todos los aspectos de tu vida: tu ubicación, tus conversaciones, tus compras y hasta tus horas de sueño. Pero, ¿alguna vez te has detenido a pensar si está debidamente protegido? Hoy quiero hablarte de tres aspectos simples que quizás estés pasando por alto y que, según los especialistas, pueden ser cruciales para que navegues sin preocupaciones y evites ser víctima de un ciberataque. Si alguna vez has pensado que «a mí no me pasará», este artículo es para ti.

Con el precio que tiene un teléfono nuevo y toda la información que guardamos en él, sorprende que aún haya cosas básicas que olvidamos. Lo más preocupante es que los delincuentes digitales son muy conscientes de esto. No importa si tienes un iPhone o un Android, o si tu dispositivo es de última generación o tiene un par de años: si no haces esto regularmente, estás abriendo la puerta a posibles ataques.

Actualiza tu dispositivo y tus aplicaciones, aunque te dé flojera

Lo comprendo, a mí también me sucede. Aparece un aviso de actualización y pienso: «Lo haré más tarde». Pero ese «más tarde» puede convertirse en días… y a veces, semanas. Las actualizaciones no son solo mejoras estéticas, también incluyen parches de seguridad esenciales. Cada día surgen nuevas vulnerabilidades, y si no actualizas, tu dispositivo seguirá teniendo esa brecha abierta.

Y no solo me refiero al sistema operativo. Las aplicaciones también necesitan actualizaciones. Especialmente aquellas que usas con frecuencia: banca, correo, redes sociales… Si no las mantienes al día, es como si tuvieras una puerta sin cerradura. Un consejo extra: siempre actualiza desde la tienda oficial (Play Store o App Store), nunca desde enlaces sospechosos que recibas por WhatsApp o correo electrónico.

Contraseñas robustas y distintas para cada cuenta


Aquí va una verdad incómoda: «123456» no es una contraseña, es una invitación a que te roben. Usar la misma contraseña en todos lados es como dejar una copia de tus llaves en cada entrada. Si logran acceder a una, entran a todas tus cuentas.

La solución es sencilla: utiliza contraseñas complejas y únicas para cada servicio. Sé que puede ser complicado recordarlas, por eso existen los gestores de contraseñas. Si no los utilizas, deberías considerarlo. Además, muchas aplicaciones permiten el uso de «claves de acceso» o «passkeys», que son más seguras y prácticas. Créeme, es mejor invertir cinco minutos en esto que pasar horas solucionando un problema de robo de identidad. Ejemplos de administradores de contraseñas son 1Password, LastPass o KeePass, que funcionan bastante bien.

Lo ideal es que tus claves sean una mezcla de varios elementos. Deben incluir letras (mayúsculas y minúsculas), números y símbolos especiales. Por ejemplo, una contraseña segura podría ser algo como 3h(sUE8-%n. Como ves, es una combinación y no contiene palabras o secuencias que tengan sentido.

Activa la autenticación en dos pasos (MFA)

Este paso es crucial. Aunque alguien adivine tu contraseña, si tienes habilitada la autenticación en dos pasos, no podrán acceder tan fácilmente. Muchos servicios envían un código por SMS o lo generan mediante una app como Google Authenticator. Te recomendamos evitar los códigos por SMS y optar por aplicaciones 2FA.

Sí, es un paso adicional. Pero es ese pequeño esfuerzo el que dificulta la vida a quienes intentan robarte. No solo deberías activarlo en redes sociales: piensa también en tu correo, tu cuenta bancaria, tu almacenamiento en la nube… Cualquier servicio que contenga información personal debería tener esta medida de seguridad.


No es solo por ti, también por los que te rodean

La protección de tu dispositivo no debería ser una tarea que realizas una sola vez y olvidas. Debe ser una práctica constante. Como has visto, no necesitas ser un experto ni instalar múltiples aplicaciones. Con tres hábitos simples puedes dificultar mucho las cosas a quienes intentan aprovecharse de ti. Así que, la próxima vez que uses tu smartphone, pregúntate: ¿hace cuánto no realizo esto?

Recuerda que una táctica común entre los hackers es suplantar la identidad de alguien para acceder a sus contactos más cercanos. Se aprovechan de esa confianza para expandir su alcance. Minimiza riesgos y ayuda a tus seres queridos a protegerse.