Aunque parece que tenemos todo bajo control en nuestros teléfonos, hay ciertas configuraciones que vienen activadas por defecto y que pueden exponer nuestra información sin que nos demos cuenta. Expertos en ciberseguridad han estado advirtiendo sobre esto: si no revisas algunos ajustes esenciales, es como si dejaras abierta la puerta de tu casa con un letrero que dice «bienvenidos». La mayoría de los teléfonos, especialmente los iPhone, activan por defecto funciones que, aunque aparentan ser útiles, en realidad representan un grave riesgo para tu privacidad y seguridad. Hoy te explicaré cuáles son y por qué deberías desactivarlas de inmediato si no deseas ser víctima de robo de datos, suplantación de identidad o ataques invisibles mientras disfrutas de un café.
Nuestro smartphone siempre nos acompaña, y si tienes ciertas funcionalidades activadas podrías estar poniendo en riesgo no solo tu privacidad, sino también tu seguridad, ya que cualquier persona podría rastrearte o incluso acceder a tu dispositivo si se explotan alguna vulnerabilidad.
Conexión automática a redes Wi-Fi y Bluetooth
Parece conveniente que el móvil se conecte automáticamente al Wi-Fi de tu cafetería habitual, ¿verdad? Sin embargo, el problema es que esta función también puede conectarlo a redes falsas creadas por ciberdelincuentes para infiltrarse en tu dispositivo sin que lo adviertas.
Esto ocurre más frecuentemente de lo que crees. Los atacantes establecen puntos de acceso con nombres que imitan redes legítimas como «Starbucks_Wifi» o «HotelCentroGratis», y cuando tu móvil tiene activada la opción de “conexión automática”, se conecta sin preguntar. En ese instante, toda tu información puede ser interceptada por el atacante: correos electrónicos, contraseñas, datos bancarios…
Para prevenir esto, dirígete a Ajustes > Wi-Fi y desactiva la opción «Unirse automáticamente». También puedes ir a “Solicitar unirse a la red” y elegir “Solicitar” o “Nunca”, así tendrás un control absoluto.
En el caso del Bluetooth, sucede algo similar. Si lo mantienes encendido todo el tiempo, aunque no lo uses, puede ser una puerta abierta para ataques del tipo BlueBorne, donde un hacker puede acceder a tu dispositivo sin que tú intervengas. Si no estás conectado a unos auriculares u otro dispositivo, apágalo siempre que sea posible.
Servicios de localización habilitados para todas las aplicaciones
Otro ajuste que revela más información de la que crees es la ubicación. Muchas aplicaciones solicitan permiso para conocer tu ubicación, y es tentador darles acceso total «en cualquier momento», especialmente si utilizas mapas, aplicaciones meteorológicas o redes sociales. El problema es que algunas aplicaciones no solo utilizan tu ubicación para ofrecerte servicios, sino que también recopilan y venden esos datos a terceros. Si un atacante logra acceder a esa información (por ejemplo, a través de una filtración de datos), sabrá con precisión dónde vives, dónde trabajas, a qué hora sales y por dónde te desplazas.
Lo más recomendable es limitar el acceso: dirígete a Ajustes > Privacidad > Localización y revisa cada aplicación. Cambia el permiso a “Solo cuando se use la app” o directamente “Nunca” si no encuentras motivos para que sepa dónde te encuentras.
Rastreo de actividad por parte de las aplicaciones
¿Te ha pasado alguna vez hablar de algo y luego recibir anuncios relacionados? No es pura coincidencia. Algunas aplicaciones recogen datos sobre ti constantemente y comparten esa información con otras plataformas para ofrecerte publicidad personalizada. Y aunque parezca legal, puede convertirse en un gran problema si alguien accede a esa información sin tu consentimiento.
Para reducir este rastreo, activa la función “Transparencia de seguimiento”. Ve a Ajustes > Privacidad > Seguimiento, y desactiva la opción “Permitir que las apps soliciten seguimiento”. Así evitarás que nuevas aplicaciones comiencen a rastrear tu actividad sin que te des cuenta.