En la actualidad, no es suficiente con ser precavido en Internet. Puedes seguir todas las recomendaciones y aun así terminar con tus datos expuestos, contraseñas vulneradas o malware infiltrándose en tu sistema. Por eso, si eres usuario de Windows, es crucial que revises si tienes configuradas correctamente las herramientas de seguridad esenciales. Muchos piensan que con un antivirus es suficiente, pero la realidad es más compleja. En 2025, los ataques cibernéticos son cada vez más veloces, astutos y difíciles de detectar. A continuación, te diré qué elementos de seguridad considero indispensables para proteger tu sistema adecuadamente.
Es esencial proteger nuestro sistema operativo con diversos tipos de software. Según el sistema operativo y la plataforma que utilices, deberás elegir diferentes herramientas, así que presta atención para asegurar tu PC correctamente.
Antivirus confiable (sí, incluso el de Windows es válido)
Lo más evidente es contar con un antivirus activo y actualizado. Si utilizas Windows 10 u 11, ya tienes Windows Security (el antiguo Defender) funcionando de manera predeterminada, y es bastante efectivo. En la actualidad, la protección integrada de Microsoft es muy buena, especialmente para usuarios que no suelen meterse en problemas. En nuestro caso, usamos Microsoft Defender de manera habitual, ya que ofrece un excelente rendimiento con un bajo consumo de recursos, lo que lo convierte en una opción ideal como antivirus principal.
Si deseas algo más completo, existen opciones como Norton 360 Deluxe, que además de antivirus, incluye un gestor de contraseñas, VPN, control parental y supervisión de la dark web, todo en una sola aplicación. ¿Vale la pena pagar por ello? Depende de lo que almacenes en tu PC y de cuán importante consideres tu privacidad. Hay otros antivirus de pago igualmente recomendables, y podrás elegir según tu presupuesto y las características adicionales que desees.
Gestor de contraseñas: tu segundo nivel de seguridad
Reutilizar contraseñas es como asegurar tu casa con cinta adhesiva. No importa cuán segura sea tu contraseña si la usas en todos lados. Por eso, utilizar un gestor de contraseñas es fundamental para tener tranquilidad.
Google y Apple ofrecen sus propias opciones, pero si prefieres mayor control y funciones adicionales, considera Bitwarden o Dashlane. Estas aplicaciones te permiten generar contraseñas únicas, compartirlas de manera segura y almacenar información sensible como tarjetas o direcciones sin exponerlas a cualquier sitio de compras. Si buscas un programa completamente local, nuestra recomendación es KeePass, ya que no dependes de la nube pública.
Y recuerda, es mejor evitar guardar contraseñas en el navegador sin una protección extra. Si alguien accede a tu sesión, puede robar toda tu información. Por ejemplo, si guardas tus credenciales en Google Chrome, se sincronizan con tu cuenta de Google, y si alguien entra en esa cuenta, podría acceder a todas tus contraseñas. Por ello, lo más seguro es optar por una solución local.
Autenticación en dos pasos: un escudo adicional
La contraseña sola ya no es suficiente. Incorporar un segundo paso al iniciar sesión puede ser la diferencia entre mantener tu cuenta segura o perderla. Aplicaciones como Authy o Google Authenticator generan códigos temporales que son más seguros que los SMS, que pueden ser interceptados fácilmente. Te recomiendo usar una aplicación externa, no la misma que tu gestor de contraseñas, por si alguna vez alguien accede a tu bóveda. Además, asegúrate de hacer copias de seguridad de tus códigos, ya que si pierdes tu móvil y no tienes un respaldo… tendrás que empezar desde cero.
Existen aplicaciones que permiten almacenar tokens en la nube, pero nuestra recomendación es utilizar siempre aplicaciones locales, complementadas con una copia de seguridad en caso de que pierdas tu dispositivo o no tengas acceso a él.
Usa claves de acceso si es posible
Este es un concepto relativamente nuevo, pero muy eficaz. Las claves de acceso son una alternativa a las contraseñas convencionales. No necesitas recordarlas, están asociadas a tu dispositivo y solo funcionan con tu huella dactilar o PIN. Así, aunque te roben tu móvil o portátil, no podrán acceder sin tu autorización.
Google, Apple, Microsoft y plataformas como Amazon o Facebook ya están comenzando a implementarlas. Si tienes la opción, actívala. No son infalibles, pero son mucho más seguras que cualquier combinación de letras y números. Otra alternativa son las claves de acceso físicas, aunque esto implica que debes llevar siempre contigo ese dispositivo autenticador.
Máscaras de correo o alias: un email para cada sitio
¿Sabías que puedes crear un «alias» de correo para proteger tu dirección real? Servicios como DuckDuckGo o Firefox Relay permiten generar correos temporales que redirigen al tuyo; así, si alguna web sufre una filtración de datos, sabrás exactamente quién fue el responsable. La ventaja de estos servicios es que nunca tenemos que revelar nuestro correo electrónico real, manteniendo así la mejor privacidad posible.
Además, no podrán asociar todos tus registros a un único correo, protegiéndote de ataques automatizados. Si eres usuario de Apple, puedes hacerlo directamente con iCloud+ y la función «Ocultar mi correo». Algunos servicios de VPN, como Surfshark, también permiten crear un alias de correo para resguardar tu cuenta real.
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