Si has instalado sensores de movimiento en tu hogar y no funcionan como esperabas, puede que no sea por un defecto del dispositivo, sino por su ubicación. No todos los sensores son iguales y cada habitación presenta características distintas. En este artículo, te comparto mi experiencia y cómo la ubicación del sensor puede marcar la diferencia entre una casa realmente inteligente y una que solo lo parece.
Un error común al comenzar en el mundo de la domótica es elegir la ubicación de los sensores de movimiento basándose únicamente en el diseño, sin tener en cuenta factores técnicos que aseguran su efectividad, como el ángulo de detección y el alcance. Ya sea un sensor de presencia (mmWave), de movimiento (PIR) o de vibración, si se coloca incorrectamente, se pueden generar lecturas erróneas o incluso no funcionar en absoluto, afectando la confiabilidad del sistema domótico. Es crucial entender cómo operan, qué tecnología utilizan y qué áreas se desean cubrir. No es lo mismo vigilar un pasillo que detectar si alguien entra al salón. Asimismo, un sensor Bluetooth no es equivalente a uno Zigbee o WiFi; cada uno tiene sus ventajas y desventajas.
Tipos de sensores y cómo escoger el adecuado para cada área
Antes de decidir su ubicación, es importante saber qué tipo de sensores estamos utilizando. Suelo clasificar los sensores en tres grandes categorías:
- Sensores WiFi: Sencillos de instalar, ya que se conectan directamente al router. Sin embargo, pueden saturar la red si hay muchos en uso y su batería suele durar menos. Personalmente, los instalo en áreas críticas (entrada y salón), donde necesito una respuesta rápida.
- Sensores Zigbee: Los más recomendables. No congestiona la red WiFi, ofrecen mejor autonomía y, si empleas un buen hub (como uno con Raspberry Pi o Home Assistant), funcionan sin depender de la nube. Ideales para pasillos, habitaciones o áreas comunes.
- Sensores Bluetooth o infrarrojos: Suelen tener un alcance limitado, pero son efectivos en espacios controlados, como trasteros, baños o interiores de armarios. También sirven en lugares donde la señal WiFi o Zigbee es débil.
Comparativa rápida de tecnologías de sensores de movimiento
| Tecnología | Ventajas clave | Limitaciones | Uso recomendado | Ejemplos de ubicaciones |
|---|---|---|---|---|
| WiFi | Instalación directa sin hub, respuesta inmediata | Puede saturar la red si hay muchos dispositivos, mayor consumo de batería | Áreas críticas que requieren alerta constante y buena cobertura WiFi | Entrada principal, salón |
| Zigbee | Bajo consumo (gran autonomía), no sobrecarga la red WiFi, crea red mesh robusta | Requiere un hub o coordinador dedicado | Despliegues amplios con múltiples sensores en toda la casa | Pasillos largos, dormitorios, habitaciones secundarias |
| Bluetooth / IR | Buen rendimiento en espacios cerrados, bajo consumo (BLE) | Alcance muy limitado, puede depender de un hub o móvil cercano | Espacios pequeños, aislados o sin cobertura de otras redes | Baños, trasteros, interiores de armarios |
| Multisensor (Zigbee/WiFi) | Combina movimiento con temperatura, humedad y/o luminosidad en un solo dispositivo | Coste superior, un único punto de fallo para varias mediciones | Habitaciones donde se deseen crear automatizaciones complejas basadas en datos ambientales | Salón, dormitorio principal |
Además, existen sensores híbridos o multisensores (como los de Aqara o Sonoff) que integran movimiento, temperatura, humedad o luminosidad. Son ideales para monitorear múltiples variables en una sola habitación.
Dónde colocar los sensores para que funcionen eficazmente
Aquí te comparto lo que he aprendido tras varios errores (y algunos sustos nocturnos):
- Entrada principal: Se recomienda colocarlo a 2 metros del suelo, dirigido hacia la puerta, pero no directamente enfrente. Esto permite la activación antes de llegar y no cuando ya estás dentro.
- Pasillos: Siempre en un lateral, apuntando en diagonal hacia el paso, para captar el movimiento transversal. Si se coloca al fondo, tardará más en activarse.
- Salón o áreas amplias: Prefiero usar dos sensores en extremos opuestos. Esto asegura que cualquier movimiento sea detectado, incluso si estoy quieto viendo televisión y solo me levanto ocasionalmente.
- Baños y cocinas: Se debe tener cuidado con el vapor y la humedad. Los coloco lejos de la ducha o la estufa, preferentemente en alto y en una esquina.
- Dormitorios: En este caso, es mejor evitar que se activen con cada movimiento al dormir. Los uso más como sensores de apertura en la puerta o en cajones, no tanto como detectores de presencia.
Colocación óptima de sensores en casa
| Nº | Zona / Acción | Detalle técnico importante | Completado |
|---|---|---|---|
| 1 | Entrada principal | Altura: 2-2.3m. Orientado hacia la puerta pero no de frente para detección anticipada. Evitar corrientes de aire. | ☐ |
| 2 | Pasillo | En una pared lateral, apuntando en diagonal para captar el movimiento transversal (más efectivo para PIR). | ☐ |
| 3 | Salón / Zona amplia | Considerar dos sensores en esquinas opuestas para eliminar zonas muertas. Evitar apuntar a ventanas o radiadores. | ☐ |
| 4 | Baño / Cocina | Lejos de fuentes directas de vapor y calor. Buscar un modelo con protección IP44 o superior. | ☐ |
| 5 | Dormitorio | Usar como sensor de apertura de puerta o ajustar sensibilidad al mínimo para evitar falsos positivos nocturnos. | ☐ |
| 6 | Ajuste anti-mascotas | Colocar a más de 1.8m de altura y apuntar ligeramente hacia abajo. Usar modo ‘pet-immune’ si está disponible. | ☐ |
Un consejo importante: evita colocar sensores cerca de ventanas, radiadores o fuentes de calor. El calor puede causar falsas detecciones o mal funcionamiento del sensor.
¿Qué hacer si tienes mascotas o niños pequeños?
Este fue otro desafío que enfrenté al iniciar. Si tienes gatos, por ejemplo, es fácil que activen los sensores al pasar. Algunos modelos ofrecen ajustes de sensibilidad o modos específicos para evitar estos falsos positivos. También puedes instalar los sensores a una altura superior a 1,8 metros y orientarlos ligeramente hacia abajo para que no detecten movimientos a ras de suelo.
Elegir un buen sensor es fundamental, pero la correcta colocación es aún más importante. Considera cómo te mueves en casa, en qué momentos deseas que actúen y qué tipo de conexión es la más conveniente. A veces, un pequeño ajuste en la orientación del sensor o un cambio de pared puede hacer una gran diferencia.
¿Te ha sucedido que la luz no se encendía al entrar? Probablemente no era un fallo técnico, simplemente el sensor estaba mal ubicado.
Preguntas Frecuentes
¿En qué zonas de la casa es más recomendable instalar sensores de movimiento?
¿Qué ventajas ofrece un sensor Zigbee frente a uno WiFi o Bluetooth?
¿Cómo evitar que las mascotas activen los sensores de movimiento?
¿Qué errores comunes debo evitar al instalar los sensores?
¿Qué diferencia hay entre sensores de movimiento, presencia y vibración?
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