Las tarifas de Internet disponibles en la actualidad son bastante diversas. Puedes encontrar distintas velocidades y precios. Aunque no es común aún, algunos proveedores ya ofrecen 2 Gbps de velocidad, superando el estándar habitual que es de hasta 1 Gbps. Pero, ¿realmente necesitas esta velocidad si decides contratarla? Aquí te lo explicamos.
No tiene sentido contratar 2 Gbps si no vas a utilizarlos. Estarías pagando por algo que no necesitas y no podrás aprovechar. Hay varios factores que debes considerar, como la compatibilidad de tus dispositivos, y si realmente necesitas esa velocidad o si con una inferior sería suficiente.
Compatibilidad necesaria
Lo primero que debes verificar es si tienes dispositivos que soporten esa velocidad. ¿Tu router tiene puertos de al menos 2,5 Gbps? Si te conectas por cable, tener puertos Gigabit Ethernet no te servirá, ya que estarías limitado a un máximo de 1 Gbps.
También es esencial que los dispositivos que piensas conectar sean compatibles. Si no pueden manejar esos 2 Gbps, contratar una tarifa de fibra óptica con esa capacidad máxima no te permitirá aprovecharla. La tarjeta de red de tu ordenador, por ejemplo, debería ser de 2,5 Gbps o más si te conectas por cable. Lo mismo aplica a televisores y otros dispositivos.
En cuanto a las conexiones Wi-Fi, este aspecto es aplicable a cualquier dispositivo que uses. Debería ser Wi-Fi 6E o Wi-Fi 7, ya que son los únicos estándares que realmente pueden alcanzar esa velocidad. Si tienes versiones más antiguas, experimentarás limitaciones y la velocidad será menor.
Por lo tanto, al contratar una tarifa de Internet de 2 Gbps, es crucial que verifiques si tienes la compatibilidad suficiente en cuanto a hardware. Asegúrate de revisar las especificaciones de tu router y de los dispositivos que planeas conectar a la red.
¿Realmente necesitas esa velocidad?
Por ejemplo, puede ser útil si planeas conectar muchos dispositivos y consumir gran cantidad de ancho de banda. Esto es especialmente cierto si verás contenido en streaming en alta definición, jugarás en línea o transferirás archivos grandes a la nube. Tener un margen de ancho de banda puede evitar la saturación.
Sin embargo, en muchas situaciones, realmente no necesitarás esa velocidad y no notarás la diferencia. Por ejemplo, no verás cambio alguno si solo lo utilizas para ver televisión por Internet, jugar ocasionalmente, o realizar actividades que no requieran alta velocidad, además de no conectar muchos dispositivos.
Recuerda que tener una tarifa de Internet más alta contratada no garantiza un mejor rendimiento de tu Wi-Fi. Por lo tanto, podrías experimentar los mismos problemas de desconexión o lentitud, incluso si pagas por una velocidad más alta.
