Estamos rodeados de dispositivos con pantallas, muchos de los cuales escuchan, observan y analizan sin que lo notemos. Tu televisor, que antes solo servía para ver programas, ahora es un dispositivo inteligente conectado a Internet con un gran interés en tus datos. Sin embargo, aún hay esperanza: puedes revisar y ajustar varias configuraciones para recuperar el control y proteger tu privacidad.
Reconocimiento automático de contenido (ACR)
Esta es la opción más preocupante. El reconocimiento automático de contenido, o ACR, permite que tu Smart TV registre todo lo que miras: programas, videojuegos, aplicaciones e incluso vídeos desde un USB.
¿Por qué es un inconveniente? Porque esa información no se queda en tu hogar. Se envía a servidores que crean un perfil sobre ti. No solo conocen lo que ves, sino también cuánto tiempo pasas frente a la pantalla, tus preferencias y tus intereses. Con esos datos, pueden deducir tu edad, situación económica, ideología y hasta tu estado emocional. Desactívalo inmediatamente.
- En televisores Samsung, accede a: Ajustes > Soporte > Términos y políticas > Servicios de información de visualización.
- En LG: Ajustes > General > Acuerdo de usuario > Live Plus.
Personalización y sugerencias de anuncios
Tu Smart TV no solo muestra anuncios. Los selecciona específicamente para ti basándose en lo que miras, haces y lo que navegas en otros dispositivos de la misma red Wifi. Aunque puede parecer inofensivo, esto permite que tu televisor actúe como un rastreador publicitario que monitorea tus hábitos y los comparte con terceros.
Se recomienda desactivar la personalización de anuncios en la configuración del televisor. Busca opciones como «Publicidad basada en intereses», «Ad Tracking» o «Personalización de contenido» y desactívalas sin dudar.
Reconocimiento de voz activo
Los asistentes de voz en muchos televisores ofrecen comodidad, pero también pueden significar que el micrófono del dispositivo está escuchándote continuamente. Esto puede llevar a que tus conversaciones privadas sean registradas o usadas para entrenar sistemas de inteligencia artificial.
Mi consejo es utilizar el control remoto para manejar tu televisor y desactivar el control por voz. Si no puedes desactivarlo por completo, limita su acceso en los ajustes de privacidad. Y si tu modelo tiene micrófono, cúbrelo o desconéctalo si es posible.
Acceso a dispositivos del hogar inteligente
Algunos Smart TVs pueden funcionar como un centro de control de tu hogar conectado. Aunque parece útil, esto significa que el televisor tiene acceso a luces, cámaras, sensores y cerraduras, lo que lo convierte en un objetivo atractivo para los hackers.
Si no necesitas controlar tu hogar desde el televisor, desactiva esa función. No vale la pena arriesgar tu seguridad solo por la comodidad de ajustar la temperatura desde el sofá.
Cámaras y sensores de movimiento
Algunos televisores vienen con sensores de presencia o cámaras para detectar si hay alguien frente a ellos. Pueden incluir reconocimiento facial o permitir control por gestos. El problema es que esos sensores y cámaras están activos incluso cuando no los utilizas. Si alguien logra acceder al televisor desde fuera, podría activarlos sin que lo sepas.
Desactiva estas funciones en la configuración o, mejor aún, cúbrelas físicamente. Un simple pedazo de cinta adhesiva puede evitarte más de un susto.
No se trata de paranoia, sino de sentido común
No es necesario dejar de usar tu televisor. Sin embargo, deberías ser consciente de lo que puede hacer cuando está conectado y qué datos está compartiendo. Es recomendable revisar las configuraciones de privacidad en cuanto lo enciendas por primera vez (o hacerlo ahora si ya lo has estado utilizando).
Al final, se trata de que tú tengas el control, y no el aparato. Cambiar estas configuraciones solo te llevará unos minutos, y la tranquilidad de saber que no te están espiando vale mucho más.