He estado usando Windows durante años, pero también he explorado diversas distribuciones de Linux. Si hay una que siempre me deja una buena impresión, esa es Linux Mint. No solo es rápida y confiable, sino que cuenta con características tan prácticas que me hacen pensar: ¿por qué no tiene esto Windows? Hoy compartiré cinco aspectos que, sinceramente, Microsoft debería considerar copiar.
A veces parece que Windows retrocede en ciertos aspectos de diseño o usabilidad. Mientras tanto, Linux Mint sigue sumando ventajas con detalles que hacen más fácil la vida del usuario. No se trata de elegir uno sobre el otro, sino de aprender de lo que funciona bien. Estas cinco características son tan efectivas que espero que algún día lleguen a Windows.
Mayor libertad para personalizar el escritorio
Una de las cosas que más extraño en Windows 11 es la posibilidad de mover la barra de tareas. Antes, podías colocarla en la parte superior, en los laterales… Ahora está fijada en la parte inferior, a menos que te atrevas a hacer malabares con el registro. En Linux Mint, eso no sucede. Puedes mover la barra donde desees, ajustar su tamaño, añadir widgets (aquí llamados desklets) o utilizar temas que realmente transforman el entorno visual.
No es necesario instalar herramientas complicadas ni buscar en configuraciones ocultas. Todo está a la vista y es muy sencillo de usar. Además, hay una gran cantidad de desklets útiles: relojes, monitores de recursos, lanzadores de aplicaciones… Cosas simples que, una vez que las pruebas, no quieres perder.
Copias de seguridad automáticas y sencillas con Timeshift
Windows cuenta con Restaurar Sistema, sí, pero está tan oculto que parece que no quieren que lo uses. Además, ofrece poca flexibilidad. Linux Mint incluye Timeshift, una herramienta de copias de seguridad que funciona en segundo plano y guarda automáticamente el estado de tu sistema.
Puedes configurarlo para que genere una copia diaria, semanal o incluso con cada arranque. Y lo mejor: solo guarda los cambios desde la última copia, por lo que ocupa muy poco espacio. Esto me ha salvado en más de una ocasión tras haber roto algo accidentalmente. En Windows, retroceder es mucho más complicado.
Un único lugar para instalar software (y seguro)
En Windows, al querer instalar programas, terminas visitando páginas web, descargando ejecutables, aceptando términos, evitando instalar barras de navegador y, con suerte, sin caer en malware. La Microsoft Store no ha solucionado esto.
En Linux Mint, todo se gestiona desde el Administrador de Software, y lo mejor es que integra Flatpak, una tecnología que unifica todas las fuentes de instalación. Puedes instalar aplicaciones modernas, clásicas o externas, todo desde un solo lugar y con verificación de seguridad.
¿Te imaginas instalar una aplicación sin tener que buscar su página oficial ni preocuparte de si es la versión correcta o una trampa? Eso, en Mint, es la norma.
Un gestor de controladores automático y claro
¿Alguna vez has tenido que buscar controladores para tu impresora, tarjeta gráfica o Wi-Fi en Windows? En Linux Mint, el Administrador de Controladores detecta tu hardware y te muestra qué controladores necesitas, listos para instalar con un clic.
No importa si usas NVIDIA, AMD o un chipset menos común: el sistema te indica qué es, qué hace y si hay algo mejor disponible. Y esto se complementa con un gestor de actualizaciones que bloquea aquellas que puedan causar problemas hasta que se verifiquen. Así evitas dañar el sistema por una actualización apresurada.
Compartir archivos sin complicaciones
Compartir un archivo entre dos computadoras con Windows es más complicado de lo que debería ser. La función «Compartir en proximidad» rara vez funciona como se espera. En cambio, Linux Mint tiene una herramienta llamada Warpinator que es tan simple como efectiva.
Solo abres la aplicación, ves qué otros dispositivos están disponibles en la red local, seleccionas los archivos y los envías. Sin cables, sin cuentas, sin configuraciones complejas. Y además, puedes usar Winpinator en Windows para que funcione entre ambos sistemas.
Esto se siente como AirDrop, y no como el intento mediocre que lleva años tratando de funcionar en Windows.
¿Debería Windows aprender de Linux Mint? Definitivamente, y cuanto antes
No es que Linux Mint sea perfecto ni que Windows esté en crisis. Pero hay muchas cosas que Linux Mint hace mejor sin complicaciones. Aspectos que hacen que el sistema sea más amigable, más útil y menos frustrante para el usuario promedio.
Si Microsoft realmente quiere que Windows sea el sistema más completo para todos, prestar atención a lo que funciona en Mint sería un gran avance. Yo seguiré usando ambos, pero ojalá funciones como estas lleguen a Windows de forma nativa en algún momento. Porque no todo se trata de diseño: se trata de hacer la vida más fácil.





